viernes, 18 de enero de 2013

Tic-tac.

Vacío por/entre mis huesos, por los besos que no me dabas.
Tus cabellos rubios ya no me sirven para nada.
Eres todo. Eres nada. Eres fragancia acumulada.

El tic-tac del reloj no cesa. No para. No calla.
Llámalo 'insomnio', pero estas pastillas ya no me sacian.
Me rompen. Me llevan a un mundo que no quiero
y siento que me pierdo. Todo se ha vuelto tan gris. Tan negro.

-

Ay. ¿Qué haría yo sin ti? Desespero. No puedo.
Ya no se trata de pero's.
No te vayas. Ven. Vuelve. Quédate. Vete.
Y si me dejas... ¿volverás? ¿Lo harás?
Mis suplicas. En vano. ¿Para cuando?
Ya no te estaré esperando.


Huyendo del viento.

Rotas hojas rojas,
caen en mi jardín.
Se fueron con las ganas
de verte venir.

No te tengo
pero te puedo decir:
"tú te (lo) perdiste".
Junto a mis ganas
de vivir.

-

Sangrando sonrisas,
gritando "no puedo".
Huyendo del viento... (tú).
No me sigas.
No me busques.
No te quiero.

-

Asfixia.
Asfixia en tus caricias.
En tus manos,
que juegan a enredar.
En tu boca,
que evita besar.
En tu lengua,
que no quiere hablar.
Que no grita mi nombre (más).
Asfixia en tus palabras.
Palabras que el viento se llevó.
Ignoró.
Olvidó.
Palabras que se han ido.
Que dijiste y
ya no están.

-

Buscando consuelo,
devorando recuerdos.
Huyendo del viento... (tú).
No me riñas.
No me pienses.
No te espero.